Cuando la Navidad era blanca

ES NAVIDAD: el júbilo de los esperados reencuentros entre luces, ágapes y regalos porfía con la nostalgia que nos agarra el pecho al recordar a quien ya no está con nosotros para celebrarlo.

Un 3 de diciembre de hace 30 años la carretera nos robaba a Fernando Martín. El primer español en ser drafteado y el primero del viejo continente de formación no universitaria en debutar en la NBA si no fuera por el búlgaro Glouchkov. En 1986, Martín saltaba por primera vez a una cancha americana enfundado en la camiseta de los Blazers. Meses antes, el equipo de Oregón se hacía con los derechos del yugoslavo Drazen Petrovic.

Martín firmó una discreta temporada. Pudo haberse marchado a los Nets un año antes donde aseguran que habría brillado. Un contrato de 100 millones de pesetas lo trajo de nuevo a Madrid para coincidir en 1989 con el de Sibenik, recién llegado de una Cibona empecinada en frustrar durante todo un lustro los sueños europeos de los blancos. Ambos tallaron en aquel inolvidable 89 una batalla archivada en la hemeroteca de los mitos del baloncesto como la mejor final europea de la historia. El Caserta se fundió por 117-113. El máximo anotador fue Petrovic, con 62 tantos. El mejor reboteador, Martín, con 7.

fernando-romay

Fue la última gran gesta de los dos virtuosos antes de que el croata desapareciera cuando le restaban tres años de contrato. Los Blazers dieron un golpe encima de la mesa. De manera abrupta y sin previo aviso, Petrovic voló a Oregón para firmar la gran epopeya americana. Petro sí se marchó después a los Nets, convirtiéndose en estrella inmortal. En el verano del 93, tras concentrarse con su selección y planear su regreso a Europa, un camión se cruzó en su camino quitándole la vida.

Petrovic y Martín jugaron juntos el Torneo de Navidad. Un invento ideado por el Real Madrid y la FIBA como arranque de la Copa Intercontinental. En el 89, dos semanas después de la muerte del pívot, el torneo reunió uno de sus mejores carteles (Madrid, Jugoplastika, Aris y Maccabi) y fue rebautizado como Memorial Fernando Martín.

Petro, Martín y el Torneo persisten en nuestra memoria como destellos de un pasado hecho añicos. Los mismos en los que partió el tablero un irreverente lituano en el año 1984. Sabonis fue otra estrella coetánea drafteada por los Blazers tras jugar en el Real Madrid. Pero eso ya es otra historia.

El Torneo murió en el año 2006. La Navidad siempre volverá para recordarlo.

 

Artículo publicado en El Correo Gallego

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