Las 12 pruebas de Alcaraz

Hace veintitsiete plúmbeos años me prendí de un partido como Narciso de su reflejo. En aquella pista de Hannover, color salmón y sin pasillos, dos tenistas vernáculos porfiaban por el que siempre he creído el mayor cetro. El tenis es un deporte abrasivo, sin espacio para errores. Si resbalas, un aluvión de puntos te entierra. La Copa de Maestros es el summum del alambre. Los ocho mejores espaderos tras un año sin cuartel. Meterse en ella es sublime. Ganarla, la apoteosis.

Álex Corretja y Carlos Moyá ya me habían engatusado en la final de París del mismo 98. Aquel polvo de ladrillo que Bruguera y Arantxa domaban por costumbre, empezaba a ser tierra amiga para los españoles. Pero lo de Hannover era harto diferente. La pista cubierta repele con obstinación al tenis nacional. La victoria final de Corretja, tan solo precedida por la de Orantes en 1976, se convirtió en un oasis rayano al espejismo.

Poco después, en 2002, lo intentó Ferrero en un thriller contra Hewitt, la bestia más venenosa de la fauna aussie, tras cinco agónicos sets que salieron cruz. A David Ferrer, el mejor de la historia sin un grande, le faltaron armas ante el greatest, Federer, en 2007. La maldición es tan rígida que ni siquiera el fenómeno Nadal -solo dos de sus 92 títulos han sido indoor– fue capaz de doblegarla. Los otros dos miembros del ‘Big Three’ malograron el único gran trofeo que le falta: Federer en 2010 y Djokovic en 2013. En chicas, Garbiñe sí las ganó en 2021, pero fue al aire libre.

Tennis – ATP Finals – Turin – Palasport Olimpico, Turin, Italy – November 16, 2025 Italy’s Jannik Sinner celebrates with the trophy and runner up Spain’s Carlos Alcaraz after winning the final REUTERS/Guglielmo Mangiapane

Y ahora un extaterrestre, pero de Murcia, está dispuesto a colonizar esa tierra inhóspita para sus ancestros. Parece difícil encontrar una fuga en el tenis de Alcaraz, pero si la hubiera sería el mismo talón de Aquiles del tenis patrio: la perversa pista cubierta. Por lo pronto, en este 2025 ha ganado su primer torneo bajo techo, en Rotterdam, pero el desafío de ayer era tan salvaje como las 12 pruebas de Hércules. Sinner, Italia y esa jaula cubierta donde mueren nuestros sueños.

El spoiler es que él sí que acabará venciendo. Y más de una vez.

📝 Artículo publicado en La Región

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