De ostras y caracoles

Al tiempo que el todavía llamado Cassius Clay ganaba la medalla de oro del semipesado en los Juegos de Roma de 1960, la historia de otro luchador que puso en jaque al imperio en la tercera guerra servil, Espartaco, era llevada al cine por Stanley Kubrick. Pero en la cinta original no se incluyó todo el metraje.

La hoy mítica escena en la que, Craso, interpretado por Laurence Olivier, le pregunta a su sirviente Antonino, al que da vida Tony Curtis, si le gustan las ostras o los caracoles en un sentido netamente metafórico, fue suprimida por los censores del Código Hays:

-¿Consideras que comer ostras es moral y comer caracoles, inmoral?

– No, amo.

– Por supuesto que no, solo es cuestión de gusto.

Y es que en el mundo antiguo, esta cuestión era totalmente baladí hasta el punto que el imperator Julio César era “marido de todas las mujeres y mujer de todos los maridos”. Teodosio y el cristianismo, así como Justiniano y su persecución a los homosexuales, viraron el sentido y comenzaron a sentar las bases de la homofobia.

La moral eminentemente cristiana de los 60, no permitía insinuar que un hombre comiese caracoles, pero tres décadas más tarde, ante un mayor aperturismo, el metraje prohibido se recuperó. La voz de Laurence Olivier, que ya había fallecido, fue doblada por Anthony Hopkins. Los tres implicados en la escena -Olivier, Curtis y Hopkins- suman una docena de mujeres. Iconos completamente viriles hablando de caracoles.

Hoy, han pasado otros 30 años, pero los caracoles todavía resultan indigestos a los censores de la contemporaneidad, que proliferan como jueces de la moral en internet. Así, los que personajes públicos que antes no encontraban oposición alguna a sus gustos, hoy si la encuentran, a modo de injurias.

Dennis González es el deportista de moda. Campeón del mundo en 2023, con los tres oros del Europeo de Belgrado suma diez medallas internacionales en dos años. Es, sin duda, uno de los mejores de la historia dado, además, el escaso tiempo que han tenido los hombres en la natación artística -la FINA lo permitió en 2015-. Los esfuerzos que ha hecho el deporte hacia la igualdad nos llevan a unos Juegos de París en los que por primera vez habrá plena paridad de género. Serán, también, los primeros Juegos en los que los hombres podrán participar en la natación artística.

El pasado martes, tras proclamarse campeón de Europa en solo técnico, Dennis denunciaba innumerables comentarios homófobos en su cuenta de redes sociales y advertía del peligro que supone para los niños que deciden comenzar a practicar cualquier deporte.

La segunda acepción de la palabra viril significa “relativo al varón”. La primera, es un “vidrio muy claro y transparente que se pone delante de las cosas para protegerlas”. Dennis exalta la segunda acepción de su virilidad para, desde la más absoluta transparencia que le confiere la primera, proteger el futuro de los niños y niñas de nuestro deporte.

En los 84 segundos que dura su vídeo, Dennis ha demostrado ser mucho más viril, mucho más hombre, que todos los machos que desde el más absoluto sedentarismo, llevan toda la vida mirando a un plato.

Para ver si el de al lado come ostras o caracoles.

Artículo publicado en La Región.

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